Reservas para el amor

Va cayendo la noche

 y el cansancio del día se hace patente,

acostándonos en el lecho los dos

nos pusimos frente a frente.

Ninguno quería dormirse

caer en sueños temprano,

con miradas tiernas de amor

nos cogimos de las manos.

Me fui arrimando hasta tocarte la piel,

frágil, suave, caliente,

notando tus pechos erectos de pasión

empecé a tocarte, besarte, quererte.

Mis labios dominados por el amor

fueron recorriendo tu cuerpo entero,

finalizando en el lugar

que más sientes, disfrutas, placentero.

Palabras, suspiros y gemidos

empezaron a salir de tu boca,

con una locura desenfrenada

que a mí…, mi amor me desboca.

Tus manos acariciaron mi cabeza

con éxtasis, ritmo, movimientos,

deseando con todo ardor

que entrase en ti, tenerme dentro.

Fui subiéndome poco a poco

sin dejar tu sentir desolado,

volviendo mis labios a recorrer lo recorrido

hasta que el deseo fue completado.

Contorneos y posturas nos dedicamos

llegando al clímax del apogeo,

derramando fluido interior

producido por tan bello ajetreo.

Y así, va cayendo las noches,

el cansancio hace mella primero,

reservando fuerzas para el amor

amor puro, limpio, verdadero.