martes, 12 de junio de 2012

Mi salvación y mi pena




No hagas ruido al entrar
que el niño está durmiendo,
ha pasado mala noche,
pero aún se sigue riendo.

Él sabe que está malito
que su dolencia es muy dura,
pero se ríe a cada momento
para aliviar nuestra amargura.

Esta mañana me ha preguntado
si de su camita se podría levantar,
y con lágrimas le he contestado
que volverá a jugar y saltar.

Entonces no llores mamá me ha dicho
si mi mal tiene cura,
si viene papá ahora
el llanto a ti te perdura.

Hace un año mi amor
de aquel trágico accidente,
para que no me dañasen a mí
él se puso enfrente.

Su espalda quedó dañada,
pero ya se está recuperando,
del golpe de aquel malhechor
que a mí me estaba esperando.

Entre lloros y penalidades
el tiempo ha pasado lento,
el niño ha mostrado su endereza
para que no nos faltara el aliento.

Pero…

Ven rápido mi amor
que tu hijo te está esperando,
quiere cogernos de las manos
y salir de la habitación andando.

Porque hoy al verme me ha dicho
que nuestra tristeza se ha terminado,
que un duende ha llegado en la noche
y con sus manos, le ha curado.



No hay comentarios:

Publicar un comentario