domingo, 23 de septiembre de 2012

Piquito mu grande (Cómica)





¡Oye Jacinta!
Me estoy haciendo viejo,
con lo bien erguío que tenía tó
y ahora, solo veo pellejo.

Pero si siempre has estao arrugao
nunca has tenío ná subío,
ni siquiera la bandera,
pobre conejito mío.

Eso es culpa de la gravedad
que con mi cuerpo ha podío,
pero tu sabes mujer
que yo estoy bien servío.

De eso no tengo dudas
pero no es buena tu casta,
porque siempre te has quedao
con la esfinge a media asta.

No me eches la culpa de tó
que parte de ella tienes,
puée cuando empieza la fiesta
te vas y al ratito vienes.

Al principio me dijiste si era minero
si entendía de perforaciones,
que tenías que hacer arreglillos
bien hechos y en condiciones.

Y cuando vistes la barrena
con tóo su poderío,
echaste a correr chiquilla
por tóo el caserío.

Pero al final viniste…
Y con gusto la probaste,
pero me dejaste mu claro
que solo la mitad,
pa que no se desgaste.

Y desde entonces ahí la tienes
como ves…, a media altura,
¡Tienes el piquito mu grande
al contrario que tu abertura!




sábado, 15 de septiembre de 2012

Dame tu perdón




¡¡Ay Señor!!
Perdona mis pecados.

Mil veces he manchado tu nombre
por las injusticias que conmigo has cometido,
me dejaste huérfano de pequeño,
sufrimiento y dolor he sentido.
El hambre me arrastro hasta tu casa,
mendigo he sido toda la vida
y los que predicaban en tu nombre
me dijeron, ¨ para ti no hay comida ¨

¡¡Ay Señor!!
perdona mis pecados.

Me he reído de tus leyes
en la puerta de la iglesia
y a tus fieles he maldecido
cuando te estaban haciendo penitencia.
Me he burlado del que más tiene
en mis andares de desespero,
buenos caballos, ejemplares ropajes,
todos con buen dinero.
Me apartaban a empujones
por los andrajos que tenía
y después acudían a tu presencia
diciendo, ¨ viva la fe mía ¨
Me he mantenido de limosnas
que los pobres, siendo pobres me ofrecían,
apenas tenían queso, legumbres o pan,
pero me daban lo que tenían.
Y tú dando más miseria
al que menos lo necesitaba,
pero al rico lo protegías
porque tus arcas llenaba.

¡¡Ay Señor, Señor!!
perdona mis pecados.

En las puertas del infierno yo me encuentro,
con miedo y pesares he vivido,
humillaciones y maltrato he pasado
pero a ti nada te he pedido.
Ahora que mi muerte está cerca
sólo una cosa te pido,
que hagas mejor tu justicia
y puede y sólo puede
que si acudo a tu presencia,
te ame y seas querido.














   

Historia de los enamorados




En el cementerio de buenaventura
siempre hay una lápida adornada,
flores, figuras y escritos,
nunca le falta de nada.

Ésta es la historia de dos jóvenes
que se querían con locura,
aunque han pasado muchos años
su amor en el aire perdura.

El tenía veinte años,
ella dieciocho con una gran hermosura,
la gente los miraba y reían
mostrándoles una gran ternura.

Los padres de ella estaban en contra
de que el noviazgo surgiera,
siempre  decían con rabia
´ es de una familia cualquiera ¨

No podían verlos juntos
abrazados, felices y contentos,
porque la encerraban en el cuarto
sin importarles su lamento.

Todas y cada una de las noches
él por el muro trepaba,
sus manos sangraban por el esfuerzo
pero todo dolor negaba.

Se quedaba hasta el amanecer
cuando los rayos del sol relucían,
la consolaba y acariciaba
el amor con pasión consumían.

Hasta que un día el padre se dio cuenta
de la sangre que en el muro había,
tomando la drástica decisión
de descargar sobre él, la ira que sentía.

Así pasaron dos noches
ella con preocupación por el cuarto se movía,
no encontrando ninguna explicación
¿por qué a su lado no acudía?

Se asomo por la ventana
viendo a la gente del pueblo con antorchas encendidas,
portaban el cuerpo de un hombre
su cara era bien conocida.

Ella sobresaltada salió corriendo
traumatizada, dolorida,
su grito llegó hasta el cielo
poniéndose de rodillas.

Su padre creyendo que lo ignoraban
a su hija del brazo cogía,
pero ese fue su único movimiento
porque la muerte detrás de él, le venía.

Al enamorado lo enterraron con honores
en el cementerio de buenaventura,
encontrándola a ella dos días más tarde
encima de la sepultura.

Desde entonces se cuenta la historia
del gran amor que ellos tenían,
descansando bajo la misma losa,
flores, figuras y escritos, nunca faltarían.

 






jueves, 13 de septiembre de 2012

Dame tiempo (Dueto de Tere y Ricardo)




Hace tiempo que no te regalo flores
que haga juego con tu belleza,
pero es que tan solo tengo dolor
y no quiero cubrirte de tristeza.

Cuéntame lo que te pasa mi amor
que juntos pasaremos las penas,
tu dolor siempre será el mío
y si te alejas…, a mí me condenas.

Déjame ocultarme en la oscuridad
donde nadie pueda encontrarme,
olvidar los recuerdos de un ayer,
para que un mañana…, no pueda afectarme.

No puedo ni quiero dejarte ir
porque es muy grande el amor que siento,
¿no comprendes que yo sin ti
soy hoja endeble arrastrada por el viento?

Dame tiempo para quererte
que la espina sigue clavada,
no es solo cuestión de verte
si no saber, que siempre serás amada.

Tus palabras me llenan de amargura
aún sabiendo que tienes la razón,
pero que sepas vida mía
que tu tiempo no marchitará mi corazón.

Sangre derramo todavía
al ser víctima del antiguo destino,
quizás fue por cobardía
al escoger solo un camino.

Quizás te equivocaste en el pasado
pero no te atormentes de tu desdicha
yo seguiré aquí esperándote
porque tu amor y aliento es mi dicha.

¡Espérame!
Y cuando sane bien la herida
veras que tu amor reclamo
y con un ramo de flores querida,
te diré: ¡Cuánto te amo!

Salta, salta (Infantil)




Salta, salta,
el saltamontes,
con sus patitas de sierra
va recorriendo los montes.

Salta, salta,
la ranita,
entre las hojas de agua
y alguna que otra ramita.

Salta, salta,
el conejito,
dando saltitos cortos
¡Ay!, que bonito.

Salta, salta,
el canguro,
con sus patitas traseras
brinca por el muro.

Salta, salta,
el pajarito,
se mueve en la hierba
bajando el piquito.

Saltan, saltan,
los animalitos,
yo quisiera imitarlos
solo un ratito,
saltaría los barrotes
de la cuna blanquitos,
pues solo estoy en la ventana
y apenas llego a saltitos.









Dame un respiro (Cómica)




Dame un respiro mujer
que el agua se está agotando,
de tanto meneillo
conmigo estás acabando.

De noche y de día
tú dale que te pego,
que hay que llenar los cántaros,
que hay que poner el riego.

Me tienes siempre enchufado,
nunca me das reposo
y cuando intento escaparme
me dices: -Ven para aquí, hermoso.

Pues ya conoces el camino,
tápame bien la grieta
y no me la dejes floja,
tú ahínca y aprieta.

Que como venga mi marido
y no hayas terminado el trabajo,
te prometo por el agujero
que vas a caer muy bajo.

Escúchame mujer,
es que no me das respiro,
que si la lavadora, que si el perrito,
te juro que me las piro.

Dos días llevo aguantándote
y tú siempre encima mío,
termino el trabajo de noche
y tengo otro para el rocío.

Qué yo soy panadero
no fontanero con brío,
que a mí los cruasán me salen
de vez en cuando según el gentío.

Pero a ti a todas horas
¡Pobre de tu marido!
Que tiene los cuernos más grandes
que los miuras que he conocido.


Tengo lo que más quería (Pentaendeca)




Te vi pasar anoche con lágrimas en la cara,
vertiendo en el camino la tristeza
bien llena de nostalgia sin nadie que te marcara,
un rumbo de exquisito amor,  fineza.

Dejé mis pensamientos apartados,
dejando que mi cuerpo moviera lo que sentía,
fui dando topetazos por los lados
mirando solo aquello, que en mi corazón vivía.

Me puse a tu costado diciendo si te estorbaba
había oído tristes tus lamentos,
palabras que sentiste teniendo el alma cegada
¡Mirándome!, apreciaste los momentos.

Y fui la luz fugaz de tu sonrisa
que supo como darte calor sin indiferencia,
con voz suave, melódica y precisa,
seguí al lado, llenando tu cuerpo de buena esencia.

Abriste sentimientos cogiéndote de mis manos
y el brillo de tus ojos se calmaron,
tus dulces pensamientos corrían todos bien sanos
que a mí, con alegría se aferraron.

Ya nunca has padecido con las penas
y desde aquel momento tu vida se unió a la mía,
contigo se rompieron las cadenas,
que gracias al Supremo logré… Lo que más quería.





Vuelvo a por ti (Scaletta)




Hoy he vuelto para amarte.

Me he perdido por los valles
siendo un loco por las calles.

Una foto de estandarte
me guiaba en el camino
con las ganas de abrazarte.

Y sabiendo mi destino
yo fui preso de locura,
me invadía la premura
que yo mismo recrimino.

Pero nada me paraba
y la cima la culmino
con tonada me animaba
y el amor me confirmaba
que sin ti no me ilumino.

Amor no declino (Oda trenzada)




No te marches mi amor es temprano
hoy desgrano minutos por hora
que acalora mi ser derrotado.

He pensado nadar en tus mares
y en altares tenerte cuidada
coronada sin falta de sales.

No me tales los sueños que tengo,
que retengo de tiempos pasados
y abrazados a mí voy queriendo.

Y sintiendo pasión y tormento,
argumento mis buenas ideas
que tu veas que estoy debatiendo.

Estoy siendo muy franco y sincero
y me muero por tenerte al lado
enfrascado alisando terreno.

Encadeno mis ansias contigo
y te digo que no me abandones
que perdones, si amor no declino.


Bailemos (Escalasoneto)




Bailemos pegaditos, disfrutemos,
que la música lenta sea instrumento
del principio de nuestro colosal evento,
creciendo en armonía la pasión que queremos.

Que el miedo se disipe sin que nos asustemos,
que las dudas salientes se las lleve el viento,
para que emane libre caudal sediento
que el amor necesita... ¡Pues bailemos!

Que nuestros cuerpos unan sus latidos
con ritmo penetrante de la balada
y lleguen a la cima todos los sentidos.

Dejemos un instante que el agua salada
recorra los caminos ya conocidos,
para que la batalla esté ganada.

No sé si estás cansada,
pero prueba a bailar, que no te piso,
con los pies y las manos, soy preciso.

Qué buena estaás María (Cómica)




Ozú chiquilla,
qué buena estaás María,
si no estuvieras casaa
ahora mismo te tiraría.

La que te voy a tirar soy yo,
pero de los pelos descerebrao,
que se te sube la adrenalina
cada vez que estaás embriagao.

Pero mujeer…
si tan solo son unas copillas,
pá que me suban los ánimos
y alguna que otra cosilla.

Serás desgraciao
pedazo de mamarracho,
si estaás a mi lao toas las noches
y no me tocas ni un cacho.

Es que me faltan las fuerzas
o quizás un poco de vinillo,
pero no te preocupes mujeer
que hoy sí que te pillo.

Ni hoy ni mañana
soo alcornoque,
si cuando nos metemos en la cama
tú te queas roque.
Sólo una vez al mes
te veo bien encendío,
como los perros que huelen el celo
y se ponen too salío.
Pué, ahí te queas con lo que más quieres,
con los chatitos que has pedío,
que te voy a poner los cuernos más grandes
de los que hayas tenío ¡Marío!.






Noche loca (Décimas con rimas internas)





Me levanto amanecido
sorprendido de tu espanto
y el gemido sobre llanto
es un canto estremecido,
como santo convencido
de tu juego que entregaste
y del ruego no paraste
me callaste con tu fuego
y acertaste no lo niego,
a mí ciego me dejaste.

La cerveza fue testigo
y lo digo con certeza,
no mendigo la simpleza
de rareza estoy servido,
no es bajeza lo vivido,
animada con salero
y excitada en el trastero,
fui velero en marejada
y torero de picada
con entrada de portero.

Amor pasajero (Cóctel literario)





Prohibida es mi pasión,
libertad de decisión.

A escondidas voy amando
y sintiendo originando
nuevo ciclo de la vida,
que me tiene enloquecido
y al final he convenido
que te doy la despedida.

Doble vida despreciada
pero estabas bien conmigo,
hace tiempo lo pensaba
lo que ahora sí consigo.

A pesar de lo que tengo
soy culpable por derecho,
de tu amor nada retengo.

Convirtiéndolo en desecho
que lo doy por aventura
no me pesa ni es tortura
no llevándote en el pecho.

No me juzgues por el acto
pues lo nuestro no es compacto.




Carnerito (Cómica)





No sé que me pasa niña
cuando estás a mi lado,
siento un cosquilleo por dentro
quedándome empanado.
Serán tus labios carnosos
o tus pechos prominentes,
o esa entrepierna que tienes
que está enfermando mi mente.

¡Lo tuyo sí que es enfermedad!
Pero te viene de pequeñito,
si ya te ponías malo
cuando solo tenía bultitos.
Y de la entrepierna…
¡Qué te voy a contar!
si te pensabas que tenía una hucha
donde todo podías guardar.

¡Pero niña! Tú lo sabes
que yo venía de cuidar ovejas,
y desde que te vi desnuda en el río
tengo hinchada hasta las orejas.

Eso del bofetón que te di
por llamarme como a los animales,
me trataste de cualquier manera
para curarte los males.
Pues carnero te creías
y encima de mí te echaste,
balando por conquistar
a esta, que al final probaste.

Me acuerdo de las dos cosas ¡Bonita!
Pero más de la envestida,
solo me diste en la cara y eso…
Que puse en juego la vida.

Tu vida la respeté
para más tarde ¡Carnerito!
Cuando ya no te sirva lo que tienes
y no vuele tu pajarito.